La arquitectura románica floreció durante la Edad Media. Logró cruzar fronteras y expandirse por Europa gracias a las peregrinaciones de los fieles.
Este fue la culminación de un largo proceso de ensayos de las arquitecturas prerrománicas, a los que se sumaron las influencias bizantinas y orientales que se introdujeron a través de Italia y de las Cruzadas. Por estos motivos, las creaciones más destacadas son iglesias, monasterios y catedrales, y en menor medida castillos, torres y puentes.
Hasta entonces, aquellos que habían conservado la inquietud artística, a pesar de las dificultas que traían aparejadas las guerras y enfrentamientos, se limitaban a imitar los modelos bizantinos o clásicos. Sin embargo a partir del siglo VII, comenzaron a tomarse antiguos elementos arquitectónicos que se verían con mayor frecuencia en construcciones del siglo XI al XIII, estableciéndose como las formas definitivas del arte Románico.
Durante esta transición, que recibió el nombre de prerrománico, se encuentran iglesias como la de Santiago de Compostela en España y en Italia la San Salvador (Brescia) y San Pedro (Umbría); el ábside de San Ambrosio (Milán); y las criptas en las basílicas de San Marcos y Santa Cecilia en Roma.
Contexto histórico
Importancia del arte Románico
En la Edad Media, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir, por lo tanto la Iglesia transmitía sus mensajes oralmente o mediante la simbología de los canecillos, que aportaban enseñanzas, consejos y advertencias.
El arte Románico llegó para recobrar la unidad alcanzada por el Imperio carolingio puesto que tras su muerte los territorios se dividieron entre sus descendientes y pueblos extranjeros como los vikingos crearon el ducado de Normandía (siglo X) y después el reino de Inglaterra (1066).
Gracias a la Iglesia Católica, Europa logró una unión que la distinguió tanto del cisma oriental como del mundo musulmán. La institución del papado en Occidente se robusteció y la institución eclesiástica se convirtió en la mayor autoridad, siendo los obispos nobles que recibían sus diócesis de los reyes o de otros nobles.
Además, los monjes realizaban trabajos manuales (tareas agrícolas y artesanales), en lugar de dedicarse sólo a meditar, lo cual ayudó a que los monasterios se convirtieran en centros económicos independientes. Sin embargo, esta situación provocó varios desórdenes que dieron lugar a dos reformas monásticas impulsadas por ramas de la Orden benedictina que surgieron en Francia: la cluniacense y la cisterciense (que impondrá la arquitectura gótica siglos más tarde). Estas buscaban reestablecer la jerarquía y la disciplina perdidas.
Orden de Cluny
La orden nació en la Abadía de Cluny, fundada en 910 por Guillermo I el Piadoso (m. 918), duque de Aquitania, con la idea de retornar a una mayor espiritualidad. Por tal motivo, se prohibió el trabajo manual y se ordenó que se dedicaran ocho horas diarias a la oración. Además, se instituyó la autoridad del abad y la sumisión directa al Papa (sin la mediación de obispos ni señores).
Mediante el abad de Cluny se impuso un estilo uniforme para construir conventos e iglesias, tanto de su propia orden como de otras. Se introduce en Europa occidental un mandato basado en valores cristianos a través de una red amplia de centros, muchos de los cuales enlazan caminos de peregrinación o son el destino mismo.
Estas rutas incentivan la construcción de iglesias dentro del estilo Románico, convirtiéndose en un factor de cohesión en el amplio y diverso territorio europeo.
Características de la arquitectura románica
- Es, esencialmente, de carácter religioso.
- Distingue al estilo románico el predominio del macizo sobre el vano (hueco o intercolumnio). Se construyen gruesos muros reforzados con contrafuertes para soportar el peso de las bóvedas.
- Las ventanas son muy pequeñas y estrechas, sobre todo en los ábsides (parte del templo cristiano, situado en la cabecera).
- Los interiores tienen poca iluminación, lo cual invita a los fieles al recogimiento.
- El maestro románico cambió los techos de madera por bóvedas, teniendo entre sus preferidas la de cañón o medio punto.
- También se emplearon bóvedas de arista, construidas sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura.
- La decoración es otro de los aspectos más representativos del Románico. Se utilizan motivos vegetales, animales (reales o fantásticos), figuras humanas o de tipo geométrico.
- Los capiteles, por su función evangelizadora, recuerdan las historias del Antiguo y el Nuevo Testamento.
Cómo nacen las diferencias entre la arquitectura románica y gótica
El monacato en general, pero sobre todo el cluniacense, volvió a sufrir una crisis al volcarse más en lo mundano que en lo divino, dando lugar a una segunda reforma que desembocaría en la gestación del nuevo estilo, el Gótico.
La Orden del Císter, creada en 1098 en Citeaux, logró imponerse con San Bernardo de Claraval o Clairvaux (1090-1153). Mientras los cluniacenses ponían la belleza al servicio de la fe, ellos se inclinaban por la máxima austeridad.
Los cistercienses propugnaron la aplicación rigurosa de la regla benedictina, repartiendo nuevamente las horas del día entre el trabajo agrícola y la oración, y apartándose de toda ostentación.
Se impuso un rechazo hacia lo decorativo, por lo cual se suprimieron pinturas y esculturas y se volcaron todos los esfuerzos a lo meramente estructural, aportando ideas originales que constituyeron la raíz del Gótico, que sin embargo, terminó cayendo en los excesos que criticaba.
Datos curiosos
- El edificio se transformó en un organismo diferenciado, ofreciendo espacios distintos pero unidos entre sí para lograr la participación directa de los fieles, algo que no se había contemplado contemplado en los primeros tiempos del cristianismo (ver con más detalle en los sistemas constructivos del Románico)
- Los maestros canteros grababan en los sillares unas marcas. Se cree que servían para identificar su trabajo, lo que permitía, por un lado, recibir el pago por el trabajo y por otro, dejar constancia de la identidad del autor frente a posibles fallos o defectos de las piedras labradas.
- Fueron las peregrinaciones a Roma y Santiago las que contribuyeron a la internacionalización del estilo. En torno a las rutas de los peregrinos, y en sus puntos estratégicos, se levantaron algunos de los principales templos y monasterios románicos.
- Dado que la ciencia se desarrollaba en los monasterios, sus monjes solían ser los arquitectos.
- El monasterio tiene como un núcleo dominante el claustro, donde se realiza la meditación. Alrededor de él se organizan los distintos espacios: la iglesia, la sala capitular, el refectorio o comedor, el dormitorio común y el hospicio.
Si llegaste hasta aquí creo que podría interesarte ver ejemplos de Iglesias y monasterios románicos para analizar las diferencias según el período y su localización. También resultaría de utilidad conocer el sistema constructivo y los materiales empleados.
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Muchas gracias por compartir esta arquitectura románica. Excelente artículo y muy completa la información.
Gracias por sus palabras. Realmente aprecio que se tomara el tiempo para escribir el comentario. Saludos.