Las iglesias y monasterios Románicos son los principales referentes de la arquitectura del siglo XI y XII, encontrándose en ellos las principales características constructivas del período, pero también referencias a la forma de vivir y sentir la religión de cada pueblo.
La arquitectura de la Edad Media estuvo marcada por la hegemonía de la Iglesia Católica, resultando sus edificios las principales los religiosos. El Románico cuenta con innumerables construcciones dedicadas a la vida de oración y el recogimiento de los fieles, poniendo la belleza al servicio de la fe.
Este estilo fue la culminación de un largo proceso de ensayos de las arquitecturas prerrománicas, a los que se suman las influencias bizantinas y orientales que se introdujeron a través de Italia y de las Cruzadas.
Fueron las peregrinaciones a Roma y Santiago las que contribuyeron a la internacionalización del Románico, puesto que en torno a las rutas de los peregrinos, y en sus puntos estratégicos, se levantaron algunos de los principales templos y monasterios del período.
Por eso las creaciones más destacadas son iglesias y catedrales, y en menor medida castillos, torres y puentes.
Iglesias y monasterios Románicos
En la Edad Media, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir, por tanto la Iglesia transmitía sus mensajes oralmente o utilizando otros medios, como la simbología de los canecillos, que aportaban enseñanzas, consejos y advertencias.
El monacato introdujo en Europa occidental un orden basado en los valores cristianos. En una época marcada por la fe, se construyó una red amplia de iglesias, catedrales y monasterios que eran parte de los caminos de peregrinación o el destino mismo. Esto fue un factor que contribuyó a la cohesión del estilo en el amplio y diverso territorio europeo.
Algunas características
- Igual que la basílica paleocristiana, la iglesia románica tiene planta rectangular con varias naves longitudinales, siendo la central más ancha y más alta que las laterales. Sin embargo, prescinde del atrio e incorpora nuevos elementos como el crucero, la girola, los absidiolos y la torre. El edificio se transforma, de esta manera, en un organismo diferenciado, porque ofrece espacios distintos pero unidos entre sí para lograr la participación directa de los fieles, algo que no se había contemplado hasta entonces.
- El monasterio tiene como núcleo dominante el claustro, donde se realiza la meditación (vale recordar que la Orden de Cluny había prohibido el trabajo manual y se habían ordenado ocho horas diarias dedicadas a la oración). Alrededor de él se organizan los distintos espacios: la iglesia, la sala capitular (donde se lee diariamente la Regla de la orden religiosa), el refectorio o comedor, el dormitorio común, el hospicio y el hospital (importancia de ejercer la caridad).
Iglesias y monasterios Románicos en Italia
Románico lombardo
En las iglesias construidas por arquitectos lombardos, o bajo su influencia, puede observarse que en las fachadas, usualmente construidas con ladrillo, desaparece el cuadripórtico (espacio rodeado de un pórtico a lo largo de los lados interiores y cerrado hacia el exterior que precede a la entrada sagrado para el edificio). No obstante, subsiste en el antepórtico.
El techo termina en forma triangular o resalta dibujando la arquitectura de las naves interiores. Se ven, así, pequeñas columnas dispuestas sobre el frente dividiéndolo en tres partes. También suele observarse un rosetón.
Los campanarios son de planta cuadrada y se componen de varios pisos sostenidos por arcadas. Sirven como ejemplo los de San Sátiro y San Ambrosino.
La obra escultórica se manifiesta fundamentalmente en la decoración de los pórticos y orlas. Las pinturas se reservan usualmente para el interior.
Iglesia de San Zeno en Verona
Construida en el siglo XII con un modelo típico del estilo románico-lombardo de Venecia. Recuerda por su elegancia a las obras maestras bizantinas.
Románico florentino
En las construcciones románico-florentinas, la preocupación estaba apuntada a la elegancia decorativa y las innovaciones arquitectónicas. Son muestra de ello la catedral, el campanario y el baptisterio de Pisa.
En el sur de Italia hay un eclecticismo análogo, con la catedral de Caserta Vecchia, de estilo románico, y edificios de características nuevas, como la basílica de San Nicolás de Bari, los duomos de Trani y Monreale y la catedral de Cefalú.
La influencia árabe se manifiesta en el claustro de la catedral de Amalfi, la capilla palatina del Palacio Real de Palermo, la iglesia de San Cataldo y en los palacios de veraneo en Zisa y Cuba.
Campanario de la Catedral de Amalfi
Construido entre 1108 y 1276, su base está formada por piedras macizas. Al mirar hacia arriba se nota como se abren vanos geminados, de estilo románico, que aumentan los huecos a medida que gana altura.
Más ejemplos de iglesias y monasterios Románicos
Duomo de Módena
Construido en el siglo XI por el arquitecto Lanfranco. Es uno de los monumentos más significativos de la arquitectura románica puramente italiana.
El baptisterio de San Juan
Al edificio octogonal fue construido en estilo románico, alrededor del año 1059, evidenciando un período de expansión económica e relevancia política en Florencia.
Se le confirió un aspecto más decorativo mediante el revestimiento de mármol blanco de Carrara modelado geométricamente y de Prato verde embutido y modelado con el estilo romano entre los años 1059 y 1128.
Baptisterio de Parma
Marca la transición entre el Románico y el gótico en su fachada, puesto que en la parte inferior es sólida y maciza pero en la superior se observan galerías que confieren un aspecto de ligereza y verticalidad.
Arquitectura románica en España
El Románico en España adquirió una personalidad muy marcada. Las peregrinaciones favorecieron la expansión de las primeras formas artísticas comunes a toda Europa. Entre el siglo X y el siglo XIII, fundamentalmente agracias al Camino de Santiago, penetraron en los reinos cristianos ibéricos las influencias de una nueva forma de trabajar en arquitectura, escultura y pintura. Esta se enriqueció con la tradición y la cercana presencia del arte musulmán andalusí.
Catedral de Santiago de Compostela
La construcción de la catedral se inició en el año 1075. Es una obra clave del Románico en la que confluyen, sin embargo, numerosos estilos arquitectónicos (gótico, barroco, plateresco y neoclásico).
Fue construida con tres naves y planta de cruz latina, en una superficie de unos 8.300 metros cuadrados.
Se destaca el pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, de estilo románico, realizado por el maestro Mateo por encargo del rey de León Fernando II.
Monasterio de Sant Benet de Bages
Entre los pilares se abren arcos de medio punto que descansan sobre columnas dobles con capiteles esculpidos, todos ellos originales.
El claustro, situado en la zona sur de la iglesia, conserva las cuatro galerías originales con 64 capiteles agrupados por pares. La mayoría está decorado con motivos ornamentales entre los que predominan los temas vegetales. También aparecen representadas figuras de animales y solo algunas figuras con detalles de la vida de Jesús.
Catedrales de Salamanca
Son dos templos unidos entre sí. Por una parte, está la Catedral Vieja que data del siglo XII-XIII y, por otro lado, la Nueva construida en el siglo XVI.
La Catedral Vieja es de estilo románico y en ella destaca la Torre del Gallo que pertenece al grupo de cúpulas del Duero, con influencias del Poitou francés.
Se apoya en un tambor con dieciséis columnas, aligerado por treinta y dos ventanas, mientras que dieciséis nervios enlazan en su clave central.
Está cubierta de escamas y coronada por la veleta del gallo, de la que toma nombre.
Iglesias y monasterios Románicos franceses
Iglesia de San Trófimo
La iglesia de San Trófimo es una gran joya del románico provenza. Con una estructura típica de los arcos de triunfo romanos, desarrolla un programa iconográfico en torno al Juicio Final.
En el tímpano se encuentra se observa un Pantocrátor con Cristo enmarcado en una mandorla con el ángel alado de San Mateo, el león alado de San Marcos, el toro alado de San Lucas y el águila de San Juan.
En el friso del dintel se representan los apóstoles y en el que recorre toda la portada están esculpidos los condenados y los elegidos.
La decoración del pórtico incluye escenas bíblicas, como la Anunciación, el Bautismo de Jesús, la Adoración de los Magos, los Reyes Magos ante Herodes, la matanza de los inocentes y los pastores con sus rebaños.
En un nivel inferior hay estatuas de santos conectadas con la historia de Arlés; San Bartolomé, Santiago, San Trófimo, San Juan Evangelista, San Pedro, San Felipe, Santiago el Justo, San Esteban, San Andrés y San Pablo.
Iglesia de San Sernin de Toulouse
El templo data del siglo XI. Es la iglesia románica más antigua de toda Francia.
Fue realizada con la mezcla dos materiales: el ladrillo y la piedra, debido a la escasez de materiales. El uso del primero primero puede verse ampliamente. El segundo se utilizó en cornisas, puertas, ventanas y rosetones.
En el siglo XIX la iglesia fue restaurada por Violet-le-Duc pero luego otra restauración borró la anterior y devolvió al edificio su aspecto.
Abadía de Saint-Savin-sur-Gartempe
Saint-Savin-sur-Gartempe atrapa al visitante desde fuera al estar situada junto a un bello puente, pero su gran atractivo está en el interior.
Aquí se nota la plena madurez del arte románico. Una bóveda de cañón decorada con pinturas murales de los siglos XI y XII (fruto de una técnica a medio camino entre el fresco y el temple) se apoya sobre imponentes columnas, todas diferentes, adornadas por capiteles de hojas.
Podría resultarte interesante conocer el contexto histórico en que se desarrolló el estilo Románico y analizar las diferencias con el Gótico.
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