El nuevo sistema constructivo románico toma elementos de los romanos e incluso de los normandos aunque cuenta con localismos fundamentalmente en la decoración y en su simbología.
En la Edad Media, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir, por tanto la Iglesia transmitía sus mensajes oralmente o utilizando otros medios, como la simbología de los canecillos, que aportaban enseñanzas, consejos y advertencias.
La arquitectura románica nació con la necesidad de un nuevo sistema de techumbre en los edificios religiosos, puesto que hasta el momento se utilizaba viguería de madera y eran frecuentes los incendio.
El arco de medio punto, las bóvedas de cañón y arista, el pilar y la columna ya se conocían y se utilizaban desde la antigüedad. Sin embargo, por aquel entonces empezó a replantearse la disposición de las distintas partes de la iglesia y la función de la misma.
Respecto a lo primero, la solución llegó con la utilización de bóvedas de albañilería. No obstante, esto no fue tarea sencilla teniendo presente la tecnología con que se contaba en aquella época (siglo XI ). Los constructores corrían el riesgo de que sus nuevos techos se desplomaran ante la menor falla, motivo por el cual reservaron las bóvedas de medio punto para los edificios de menor tamaño, mientras que para las construcciones monumentales se recurrió a la de aristas.
Sistema constructivo románico
El aspecto compacto de los edificios románicos se debe justamente a las soluciones constructivas de los arquitectos de la época. Para soportar la presión ejercida por la nave central y el empuje lateral se debieron reforzar los pilares. Esto hizo que perdieran el aspecto esbelto y delicado de la columna clásica (que luego se recuperó con el gótico, mucho más espigado).
Los muros exteriores también se volvieron más macizos, a la vez que las ventanas tomaron la forma de aspilleras (estrechas y profundas como suele verse en muros o murallas defensivas), lo que dificultó el ingreso de la luz natural.
Materiales
Los materiales básicos empleados en la construcción son: la piedra de sillería o sillar (bloque de piedra labrado), el sillarejo (piedra más pequeña) y el mampuesto (piedra no labrada o de labrado tosco), con los que se hacía la sillería y mampostería.
La madera se emplea en la estructura de la cubierta de las construcciones de pequeño tamaño, en puertas, escaleras y plataformas.
La pizarra o el barro cocido se empleaba para rematar los tejados. El hierro forjado es el complemento para fabricar herrajes, refuerzos, protecciones y enrejados.
Construcción
La planta de la iglesias románicas es de tipo basilical, relacionada a los edificios civiles romanos que más tarde fueron adoptados por la religión cristiana.
Suelen ser de tres o de cinco naves (espacio entre muros o filas de arcadas), como las de San Martín de Frómista (Palencia), Sant Climent y Santa Maria de Taüll (Lérida).

Con el paso del tiempo esta planta se va haciendo más uniforme, y se transforma en la tradicional cruz latina que simboliza justamente la Cruz de Cristo. Esta disposición del espacio fue característica del medioevo europeo, con una nave central terminada en ábsides o capillas semicirculares y otra transversal llamada transepto, cuya intersección da lugar al crucero.
La prolongación de las naves laterales sobre la central, por detrás de la capilla mayor, se llama girola o deambulatorio. Como ejemplos se pueden ver las catedrales de Ely, en Inglaterra, y la de Chartres, en Francia.
Otro tipo de planta empleada, aunque con menos frecuencia, es la circular o poligonal. Esta fue adoptada por la orden de los Templarios para sus iglesias en relación al Santo Sepulcro de Jerusalén.
Dentro de este estilo se pueden nombrar las iglesias de la Vera Cruz, en Segovia, y Santa María de Eunate, en Navarra.
También se observan, en ocasiones, la planta de cruz griega formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Como la de Saint-Front de Perigueux, en Francia, y la de Sant Pau del Camp, en Barcelona.
Características principales
- El maestro románico cambió los techos de madera por bóvedas, teniendo entre sus preferidas la de cañón.
- También se emplearon bóvedas de arista, construidas sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura.
- El arco más utilizado por el artista del románico es el de medio punto. A partir del siglo XII también se emplea el arco apuntado.
- Igual que la basílica paleocristiana, la iglesia románica tiene planta rectangular con varias naves longitudinales, siendo la central más ancha y más alta que las laterales. Sin embargo, prescinde del atrio e incorpora nuevos elementos, como el crucero, la girola, los absidiolos y la torre.
- Estos nuevos espacios dentro de la iglesia permiten la participación directa de los fieles, algo que no se contemplaba en los primeros tiempos del cristianismo.
- El monasterio tiene como núcleo dominante el claustro, lugar para realizar la meditación. Alrededor de él se organizan los distintos espacios: la iglesia, la sala capitular, donde se lee diariamente la Regla de la orden religiosa correspondiente, el refectorio o comedor (entendiendo la comida como símbolo de lo espiritual), el dormitorio común y, por último, el hospicio y el hospital (importancia de ejercer la caridad).
- Si la puerta es muy ancha se coloca como refuerzo un soporte central o parteluz (mainel o columna delgada).
- En puertas de cierto lujo se adosan estatuas grandes en las columnas y otras más pequeñas en las arquivoltas, como en la Catedral de Santiago de Compostela.
Decoración
- La decoración en las iglesias románicas se ve fundamentalmente las puertas, tímpano, capiteles, cornisas y aleros.
- Se utilizan motivos vegetales, animales reales o fantásticos (como las arpías, dragones, sátiros o quimeras), figuras humanas o de tipo geométrico.
- La figura preferida para la decoración es la de Cristo Todopoderoso o Pantocrátor. Este está sostenido por ángeles y rodeado por un tetramorfo, cuatro criaturas con cara humana y apariencia animal que se asocian a los cuatro evangelistas (Toro-San Lucas, Águila-San Juan, León-San Marcos y Ángel-San Mateo).
Repasa las características principales del arte Románico, ve cuáles fueron las principales iglesias y monasterios construidos durante este período y analiza sus diferencias con el Gótico.
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