El criptoarte está en auge y acumula tanto defensores como detractores. ¿De qué se trata esta nueva forma de comercializar arte?
El mercado del arte siempre ha sido criticado por ser cerrado y por los exorbitantes precios que se pagan por piezas realizadas por los artistas «en boga». Se desata la polémica con cada noticia de subastas millonarias de obras de Demien Hirst y Jeff Koons, por nombrar algunos.
Y qué decir de las galerías. También resulta complicado para muchos poder llegar a ellas, que al galerista le guste de su producción, que la exponga y que sea vendida.
Todo esto retarda años la llegada del artista al mercado. ¿Qué hacer entonces? Como respuesta a esta inquietud nació el criptoarte, una manera más directa de mostrar el trabajo artístico, autenticarlo y comercializarlo de una manera transparente.

Criptoarte qué es
Este nuevo espacio atrae a personas que trabajan en arte generativo, con IA, glitch gif, collage de video, ilustración digital y obras realizadas en realidad virtual puesto que es más fácil para los artistas encontrar una audiencia afín a sus intereses. Esto ha generado una revolución en el mundo de la difusión y el consumo de contenidos creativos. Ahora cada uno es su propio marchante.
Las nuevas herramientas de pago, identificación y contratos inteligentes sin intermediarios permiten democratizar la promoción del arte, así como el coleccionismo y la inversión.
Pero además, a diferencia de lo que ocurre con el arte tradicional, las obras creadas con NFTs (token no fungible) se pueden convertir en dinero de manera inmediata en las denominadas finanzas descentralizadas (DeFi), tal como ocurre con las criptomonedas.
A simple vista pareciera que todos son beneficios, sin embargo, el critoarte tiene sus detractores. Y como siempre, la polémica se desató por el precio que alcanzaron algunas obras. La casa de subastas Christie´s vendió una pieza digital del artista Beeple por 58,5 millones de euros, pero inclusive se han llegado a pagar sumas exorbitantes por un tweet.
Con el collage Everydays: the first 5.000 days, Beeple se ubicó entre los tres artistas vivos más cotizados del mundo (junto a Jeff Koons y David Hockney).
Encuentra más información sobre #criptoarte en https://t.co/3ajHP9gZUU#laspartesdelarte #contemporarycollage #criptoart pic.twitter.com/Ce9IvEMMSA
— LasPartesdelArte (@PartesdelArte) March 19, 2021
Nadie quiere quedar fuera de este nuevo escenario y ya son muchos los que buscan la forma de introducirse. La banda de rock Kings of Leon se sumó a la novedad con un álbum en formato de token coleccionable, Taco Bell ha decidido comercializar GIFs de tacos en formato NFT y ya se habla de la criptosoja.
Cómo funciona el criptoart
El Cryptoart funciona agregando una firma única e indeleble a un archivo digital, lo que se denomina «tokenizar». Esto permite que se cree un registro permanente, en el cual figura quién es el autor y el propietario, que es distribuido en muchos servidores (en vez de una central) para dificultar el hackeo.
Este token no fungible representa un valor de escasez para la obra de arte asociada. El comprador de esa pieza firmada por blockchain es el único dueño de ella. ¿Cuál es la diferencia entre esa imagen digital y una copia que podría realizarse sencillamente haciendo una captura de pantalla? Que el original es el único que tiene valor en el mercado y como ocurre con el arte tradicional tiene un certificado de autenticidad que lo avala.
Comprar un gif en vez de una pintura
Las principales quejas apuntan a que el criptoarte se ha convertido precisamente en lo que pretendía cambiar. Afirma ser revolucionario para los artistas pero no es más que una versión cripto del mercado del arte convencional, según sus detractores.
El planteo señala que mientras se utilicen los mismos incentivos se obtendrán iguales resultados: una obsesión por los precios altos en lugar de centrarse en el arte mismo.
Un ejemplo es lo sucedido con Beeple (Mike Winkelmann) quien llevaba alrededor de15 años haciendo arte digital pero que en tan solo medio año utilizando el sistema de criptoarte logró una venta millonaria. Con su collage Everydays: the first 5.000 days se situó entre los tres artistas vivos más cotizados del mundo compartiendo el podio junto a Jeff Koons y David Hockney. Está demás decir que la noticia recorrió el mundo.
Otro caso llamativo es el del Museo del Cripto Arte que le compró por varios miles de dólares a Pak un pixel rojo. Muchos coleccionistas, en su afán por convertirse en los primeros en obtener una pieza de arte en blockchain, se lanzan en busca de piezas que podrían no valer nada al cabo de unos meses. Al tratarse de activos totalmente únicos, no fraccionables ni intercambiables por otros, su valor depende exclusivamente de que exista una demanda por ellos.
Esto ya ocurrió con CryptoKitties, que se depreciaron en cuanto la moda pasó. Si no hay quien los compre, perderán toda liquidez. Pero esto no es nada que no ocurra con cualquier moneda.
Los criptoartistas que más venden
Al tenerse en cuenta las cifras que pagan los coleccionistas, en vez de hablarse de las obras en sí, ya se han realizado rankings de los criptoartistas que más venden. Siguiendo la ecuación que impera en el mercado del arte, más caro = más fama.
Las plataformas más populares para comprar criptoarte son OpenSea, Nifty Gateway, SuperRare y MakersPlace.
Allí se puede encontrar obra de los artistas ya mencionados y además de Trevor Jones Art, el segundo artista en lograr una venta de NFT de más de 1 millón de dólares; Hackatao, pioneros del criptoarte que han vendido 530 obras por más de 4,4 millones de dólares. Estos últimos realizaron una colaboración con AsyncArt y CryptoKitties para lanzar una colección de arte inspirada en los CryptoKitties.
HaCKittieZ is our collab with @Hackatao and @AsyncArt to get ultra weird with our furry felines and thrust them into the world of programmable art.
🙀 Modify up to 13 traits
👑 Compete for Hackatao’s love
😻 Bid on any of the these one-of-a-kind cats:https://t.co/iG1QV5HE5n pic.twitter.com/OqFjuLPHBm— CryptoKitties (@CryptoKitties) October 23, 2020
También hay trabajos de Mad Dog Jones, quien lanzó una colección de obras titulada Crash + Burn y Burn Mechanic; y de Fewocious, que presentó junto al músico Two Feet el día de San Valentín una colección de cuatro obras que fueron vendidas en más de un millón de dólares.
Micah Johnson, exjugador de los Dodgers de Los Ángeles, también es parte de este nuevo mercado. En sus creaciones plasma la belleza del deporte y la cultura africana.
José Delbo es un dibujante argentino, conocido por su trabajo en Wonder Woman para DC, que se volcó al criptoarte. Presentó un cómic digital de 43 páginas de edición limitada y una pieza de arte sobre Superman, creada junto a Trevor Jones Art.
Pero quien verdaderamente llamó la atención en una subasta de 2020 fue Xcopy, uno de los artistas londinense NFT más influyentes en la actualidad, donando el 50% de las ventas a organizaciones benéficas.
Si llegaste hasta aquí es posible que te interese conocer más sobre los NFT, cómo y dónde crearlos.
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